IDEARIO
La Unidad Educativa Fernández Salvador Villavicencio Ponce, se suscribe al ideario de la REDA-Q como soporte esencial del ser institucional y elemento orientador de la praxis educativa, en el que se expresa claramente las políticas, los principios y valores del compromiso por una educación de calidad, calidez y excelencia, que lleve al desarrollo integral de las personas y al cambio social en la línea del Evangelio.
En este orden de ideas, el ideario es una construcción colectiva y participativa de todas y cada una de las instituciones educativas que, desde la perspectiva del Evangelio, la experiencia educativa de la Iglesia y de los principios y fines planteados por la Ley Orgánica de Educación Intercultural (LOEI), se acuerda el siguiente ideario:
l La educación católica es un proceso orientado a formar al ser humano en sus
dimensiones cognitiva, afectiva, ética, social y espiritual, como hijo de Dios,
siendo sujeto libre y responsable que, desde la autoconfianza, la reflexión, la
obediencia, la oración y la inteligencia emocional descubre y construye la verdad
en una interacción armónica y respetuosa con el prójimo.
l Nuestra institución educativa es un lugar de paz y comunidad de aprendizaje, que
forma en derechos y deberes, para que, a la luz del evangelio, los valores cristianos
y el pensamiento crítico contribuyan para que la sociedad sea más humana, justa,
fraterna, incluyente y solidaria.
l Nuestra característica confesional no es una barrera para la praxis educativa, sino
es una condición de diálogo en el pluralismo de la realidad educativa.
l El aprendizaje se centra en la persona que aprende, es el vínculo entre la escuela
y la vida, por lo que debe promover el sentido de responsabilidad y ciudadanía
activa
l La enseñanza en un instrumento que se fundamenta en la relación entre las
personas basadas en la estima, confianza, respeto y pertinencia. Promueve el
aprendizaje a través de la investigación promulgando el sentido ético de lo
trascendente y la solución de problemas.
l El estudiante es el centro y razón de ser del proceso educativo, por eso, todas las
decisiones y actividades del servicio educativo están orientadas a formar un ser
humano íntegro, participativo y coherente, a la luz del Evangelio, capaz de influir
positivamente en la sociedad.
l El estudiante es un ser integral dotado de inteligencia, memoria y voluntad, abierto
a buscar y construir la verdad, con una actitud creativa, emprendedora y de fe, que
le permita desarrollar sus capacidades, competencias y adquirir aprendizajes
significativos, tomar decisiones en el marco de la ética y de las actitudes
humanistas – espirituales, experiencia cristiana, para fortalecer la libertad y
autonomía como sujeto social.
l Los docentes católicos son hombres y mujeres de fe, especializados en sus áreas
de saber y comprometidos con la evangelización y la calidad educativa, capaces
de liderar procesos innovadores de aprendizaje, así como crear, inventar y
gestionar ambientes de aprendizaje que forman seres humanos con
verdadero sentido cristiano.
l La eficacia de la acción colectiva del personal docente y no docente
está dada por tener una visión de valores compartidos y ser una
comunidad que aprende, no sólo que enseña.
l Consideramos a la a familia como la primera escuela de anuncio y de
aprendizaje, que conjuntamente con los saberes escolarizados busca
nuevas oportunidades de crecimiento y desarrollo integral para sus
hijos.
l La comunidad educativa defiende y respeta la vida en todas sus
manifestaciones, los ciclos naturales y promueve la conciencia
ecológica.